La frase del título es nuestro deseo y el de todos. Alexis Salinas, joven futbolista de Arsenal, afronta un partido de la vida que lo ha puesto a prueba desde el brutal ataque a balazos que sufrió días atrás, cuando compartía un momento junto a sus amigos y en su barrio. Por las lesiones, Alexis perdió la visión de un ojo, poco después fue intervenido quirúrgicamente y ahora afronta el proceso de rehabilitación rodeado por el afecto de sus seres queridos, sentimiento que por supuesto compartimos.